jueves, 15 de agosto de 2013

ÚLTIMOS DE 3 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA

Quinto hábito: "procure primero comprender y después ser comprend
Este es el hábito de la comunicación efectiva. Es también el hábito más emocionante, y que puede poner en funcionamiento en forma inmediata.
La mayoría de las personas pasan su vida aprendiendo a comunicarse en forma escrita o hablada, pero tienen poco entrenamiento en escuchar, en entender verdaderamente a la otra persona desde su propio marco de referencia. Es poco común la persona que escucha con la intención de entender. Generalmente se escucha con la intención de contestar.


Escuchar con empatía es una herramienta muy poderosa, le proporciona información precisa con la cual trabajar. En lugar de filtrar lo que dice la persona a través del filtro con el cual usted ve el mundo, tiene que  entender cómo la otra persona lo ve.
Después de la necesidad física de sobrevivir, la necesidad más importante de una persona es la de sobrevivir  psicológicamente, ser entendido y apreciado. Al escuchar con empatía, usted estará llenando esa necesidad  (según Covey, le está dando “aire psicológico”). Una vez que la persona tenga sus necesidades básicas  cubiertas, baja sus defensas, y puede entonces influenciarlo y trabajar juntos en una solución “ganar/ganar”.
Esto supone un cambio de paradigma muy profundo ya que por lo regular estamos acostumbrados a que nos escuchen, pero no a escuchar a los demás. Estamos llenos de nuestras propias razones y queremos ser comprendidos pero nunca intentamos comprender a los otros.


Sexto hábito: "La sinergia"
Este hábito es un desafío que consiste en aplicar en nuestras interacciones sociales los principios de la cooperación creativa que nos enseña la naturaleza.
Esto quiere decir que cuando uno se comunica con sinergia, simplemente abre su mente, su corazón y sus expresiones a nuevas posibilidades. Cuando nos comprometemos con la comunicación sinérgica no estamos seguros de cómo saldrán las cosas o cuál será el resultado, pero interiormente experimentamos una sensación de entusiasmo, seguridad y aventura; confiamos en que todo será mejor después del proceso. Y ése es nuestro objetivo en el que pensamos. Las partes implicadas obtendrán más comprensión, y el estímulo de ese aprendizaje creará un impulso hacia una mayor comprensión.
Encontramos que hay una relación muy estrecha entre sinergia y comunicación, ya que esta debe ser empática para llegar a un acuerdo con las demás personas que colaboran con nosotros.




Por otro lado existe también la sinergia negativa que es cuando las personas en vez de escuchar pretenden manipular a los demás.
Lo importante es valorar las diferencias entre todos ya que es la esencia de la sinergia, porque todos vemos el mundo como somos y no realmente como es.
Nos dice que las personas verdaderamente efectivas tienen la humildad y el respeto necesarios para reconocer sus propias limitaciones y apreciar los recursos que ponen a su disposición la interacción de otras personas.
El hábito de la sinergia nos explica en pocas palabras la cooperación creativa y el trabajo en equipo, ya que las personas con mentalidad ganar/ ganar y que sabe escuchar con empatía, pueden aprovechar sus diferencias para crear opciones que todavía no existían.


Séptimo hábito: "Afile la sierra"
Es el hábito que se encarga de que todos los hábitos anteriores se realicen correctamente manteniendo el equilibrio.
Significa que debemos preocuparnos por nosotros mismos y así renovar nuestras cuatro dimensiones la física, la espiritual, la mental y la social.

El término de afilar la sierra quiere decir dar expresión y equilibrio a nuestras cuatro dimensiones.
Nuestra dimensión física se refiere al cuidado de nuestro cuerpo, llevando una buena alimentación y haciendo ejercicio.
La dimensión espiritual es el liderazgo de nuestra propia vida y está muy relacionada con el segundo hábito.


Debemos estar en equilibrio en cada una de las dimensiones ya que sólo lograremos alcanzar efectividad óptima cuando las abordamos conjuntamente, de un modo sensato y equilibrado.

Sin embargo, es frecuente que la gente esté demasiado ocupada produciendo (aserrando) para prestar atención al mantenimiento de su  medio de producción (afilar la sierra). La razón por la cual esto ocurre es que el mantenimiento pocas veces produce dividendos importantes en forma inmediata.
Afilar la sierra implica idear un programa balanceado, sistémico, para la auto-renovación en cuatro áreas fundamentales. Debe dedicar al menos una hora cada día trabajando en ellas:

1) Dimensión física: incluye ejercicio físico, nutrición y manejo del Stress. Al comer adecuadamente, y ejercitarse 30 minutos al día, logrará mejorar su fuerza y resistencia en forma proactiva. De no hacerlo, su cuerpo se debilita. 

2) Dimensión espiritual: renovar su compromiso con sus valores (del hábito 2) mediante la revisión de su misión  personal, o a través del rezo, meditación, o inmersión en música, literatura, o naturaleza. De no hacerlo, su espíritu se vuelve insensible.

3) Dimensión mental: su mente se “afila” a través de actividades como lectura, escritura y planificación.
También se logra siguiendo los hábitos 2 y 3, comenzar con un fin en mente y poniendo primero lo primero.  De no hacerlo, su mente se vuelve mecánica.

4) Dimensión social/emocional: enfocarse en los hábitos 4, 5 y 6, utilizándolos en las interacciones diarias con los demás.

Como las cuatro dimensiones están interrelacionadas, lo que haga para “afilar la sierra” en una, impactará positivamente las demás. Si trabaja equilibradamente en las cuatro, pasando al menos una hora al día, todos los días, sembrará los hábitos 



Referencias.   
                                                                   
Aramis Chávez, recuperado el 15/08/2013

Cograf, recuperado el 15/08/2013     

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